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Leer másFederación Nacional de Biocombustibles
Los biocombustibles han emergido como una solución clave en la transición energética global, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo las emisiones contaminantes. Entre ellos, el etanol se ha consolidado como una de las opciones más viables gracias a su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y su compatibilidad con los motores de combustión interna sin necesidad de grandes modificaciones tecnológicas. Este biocombustible se produce a partir de fuentes renovables como la caña de azúcar, el maíz y otros residuos orgánicos, lo que lo convierte en una alternativa sostenible dentro de la matriz energética mundial.
Su demanda ha crecido significativamente en los últimos años, impulsada por políticas ambientales, mandatos de mezcla y el compromiso de distintos gobiernos con la reducción de su huella de carbono. En países como Estados Unidos y Brasil, el uso del etanol en el sector transporte ha demostrado ser una estrategia efectiva para reducir la contaminación y dinamizar las economías agrícolas locales.
El mercado del etanol ha experimentado un crecimiento notable en las últimas dos décadas. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la producción mundial superó los 100 mil millones de litros en 2023, con Estados Unidos y Brasil concentrando más del 80% del total. La implementación de regulaciones más estrictas en Europa y Asia ha acelerado la adopción del etanol como una alternativa limpia, especialmente en países que buscan diversificar sus fuentes energéticas y reducir su dependencia del petróleo.
Fuentes:
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