La lucha contra el cambio climático: Una de las principales apuestas del presidente electo, Gustavo Petro, para salvaguardar los modos y medios de vida de la población colombiana

El pasado 19 de junio, el líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, junto con Francia Márquez, fueron elegidos como los próximos presidente y vicepresidenta de Colombia, con el 50,44% del total de los votos.

Tanto el discurso, como las propuestas durante su campaña, tuvieron como eje entre otros temas, el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, fundamentada en un proceso de transición a energías limpias y hacia la construcción de una economía descarbonizada, razón por la cual, resaltó la importancia de invertir en nuevas tecnologías para apoyar el campo y el sector de la agricultura, para lograr una producción que integre el conocimiento tradicional y, que persiga el reencuentro con la naturaleza, en aras de proteger los recursos naturales y los ecosistemas del país.

“Le propongo a Estados Unidos y a todos los gobiernos de América, sentarnos a dialogar para acelerar los pasos de la transición energética, los pasos de una construcción de una economía descarbonizada, los pasos de la construcción de una economía de toda América, como un gobierno que pretende ser el gobierno de la vida”, mencionó Petro, haciendo un llamado a aunar esfuerzos a nivel internacional, para tratar la crisis climática que aqueja a la humanidad.

‘‘Este es el gobierno que quiere construir a Colombia como una potencia mundial de la vida y si queremos sintetizar en tres frases en qué consiste un gobierno de la vida, diría: primero, en la paz; segundo, en la justicia social; tercero, en la justicia ambiental’, enfatizó el presidente electo, y, ante dicho pronunciamiento, la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (FedeBiocombustibles), resalta que, como agroindustria, se tiene el firme interés de trabajar en equipo con el nuevo gobierno, para continuar aportando a la transición energética, al crecimiento económico y al desarrollo rural.

Sin lugar a dudas, la transición energética es un proceso que requiere la integración y participación de diversos actores interesados en poner a plena disposición los diferentes productos inmersos en la matriz energética, para abordar los aciertos, avances y desafíos en cara a la transición a energías más limpias, para trabajar por el desarrollo sostenible y sustentable del país y salvaguardar los modos y medios de vida de la población, ante la crisis climática.