Durante más de 115 años, la Asociación Americana del Pulmón ha sido la principal fuerza de Estados Unidos para la salud pulmonar, aprovechando con éxito el espíritu de comunidad de Estados Unidos que nos inspira a trabajar juntos por una mejor salud y una vida más larga para todos.  En 1904 era un concepto revolucionario: una organización de ámbito nacional para luchar contra una sola enfermedad. La tuberculosis (TB) era la enfermedad más temida del mundo y azotaba a jóvenes y ancianos, ricos y pobres.

Decididos a luchar contra la llamada «peste blanca», un grupo de médicos y ciudadanos preocupados crearon la primera agencia sanitaria voluntaria de Estados Unidos, la Asociación Nacional para el Estudio y la Prevención de la Tuberculosis, que más tarde se convertiría en la American Lung Association?.

Con el paso de los años, la lucha continuó, centrándose en otras amenazas para la salud pulmonar y convirtiéndose en la Asociación Americana del Pulmón, guardiana del derecho de todos a respirar. Aún revolucionaria, la Asociación del Pulmón fue una de las primeras en abordar el tabaquismo como el mayor riesgo para la salud evitable del país, y en establecer la conexión entre la contaminación atmosférica y la salud pulmonar.

Hoy la lucha es más importante que nunca. La salud respiratoria y el medio ambiente son más importantes que nunca.  En la Asociación Americana del Pulmón, nunca damos por sentada la respiración, porque millones de estadounidenses luchan por cada una de sus respiraciones. Al unirse a nosotros para construir un futuro más saludable, usted está ayudando a salvar vidas hoy y mantener a Estados Unidos saludable mañana.

2. ¿Qué es la iniciativa Clean Cities USA y quién forma parte de ella?

Como parte del Departamento de Energía de EE. UU. (DOE), las coaliciones de Ciudades Limpias fomentan la seguridad económica, medioambiental y energética de la nación trabajando a nivel local para promover combustibles de transporte nacionales y asequibles, sistemas de movilidad energéticamente eficientes y otras tecnologías y prácticas de ahorro de combustible. Desde su creación en 1993, las coaliciones de Ciudades Limpias han logrado un impacto acumulado en el uso de energía equivalente a casi 13.000 millones de galones de gasolina mediante la ejecución de diversos proyectos de transporte.

Más de 75 coaliciones activas son la base de las Ciudades Limpias y trabajan en comunidades de todo el país para implantar combustibles alternativos, tecnologías y prácticas de ahorro de combustible y nuevas opciones de movilidad. Las coaliciones de Ciudades Limpias están formadas por empresas, proveedores de combustible, flotas de vehículos, agencias gubernamentales estatales y locales y organizaciones comunitarias. Cada coalición está dirigida por un director de la coalición Ciudades Limpias sobre el terreno, que adapta los proyectos y las actividades para aprovechar las oportunidades únicas de sus comunidades. En todo el país, cerca de 20.000 partes interesadas participan en las coaliciones de Ciudades Limpias y, gracias a sus esfuerzos colectivos, están transformando los mercados de transporte locales y regionales.

A nivel nacional, Clean Cities desarrolla asociaciones y proporciona asistencia técnica y análisis, recursos de información y herramientas y datos en línea. A nivel local, las coaliciones aprovechan estos recursos para crear redes de partes interesadas locales y proporcionar asistencia técnica a las flotas que aplican combustibles alternativos y renovables, medidas de reducción del tiempo de inactividad, mejoras en el ahorro de combustible y tecnologías de transporte emergentes

3. ¿Cuál cree que es el papel de los biocombustibles en la calidad del aire?

Estados Unidos consume aproximadamente 20 millones de barriles de petróleo al día, de los cuales unas tres cuartas partes se destinan al transporte. El transporte también tiene un impacto económico significativo en las empresas y familias estadounidenses, ya que representa casi una sexta parte de los gastos de un hogar medio (sólo superado por la vivienda). Por tanto, mejorar la eficiencia y reducir los costes en este sector puede tener un impacto notable en nuestra economía.

Entre el 40% y el 60% del impacto sobre la calidad del aire procede del transporte.  Independientemente del tamaño de la comunidad, el transporte desempeña un papel fundamental en los problemas medioambientales y sanitarios.  Aumentar el uso de combustibles alternativos nacionales y de tecnologías avanzadas para vehículos también puede reducir estas emisiones que afectan a nuestra calidad del aire y a la salud pública.

4. ¿Existe alguna investigación que establezca una correlación entre el uso de biocombustibles y la reducción de enfermedades, mortalidad y costes de salud pública?

Las emisiones diesel son responsables de 6,3 millones de toneladas de óxidos de nitrógeno y 305.000 toneladas de partículas en el país.  Estas emisiones de fuentes móviles atraviesan las ciudades, los estados y la nación y tienen un impacto significativo en los problemas de asma y salud pulmonar. 

Según los informes, los motores diésel heredados de carretera emiten 1/3 del total de partículas y 1/6 del total de óxidos de nitrógeno en Estados Unidos.

Las partículas, especialmente las finas, pueden penetrar profundamente en el sistema respiratorio y provocar enfermedades pulmonares y cardíacas, así como otros problemas de salud.

Los gases de escape diésel contienen una serie de carcinógenos que pueden causar o agravar los efectos adversos para la salud y las vías respiratorias. El riesgo de cáncer del diésel es 7,5 veces mayor que el riesgo de cáncer combinado de todas las demás toxinas atmosféricas. El estudio del Grupo de Trabajo de Aire Limpio de la USEPA muestra que la mayoría de los estados se consideran en el percentil más alto de riesgo para la salud del diesel en la nación.  Utilizando modelos de calidad del aire, el riesgo de cáncer puede llegar a ser de 1 entre 197, lo que supera con creces el riesgo aceptable de la USEPA de uno entre un millón.

¿Cuáles son los beneficios?

En los motores más antiguos, las mezclas de biodiésel pueden ofrecer beneficios adicionales en la reducción de emisiones, especialmente en lo que respecta a las partículas, el monóxido de carbono y los hidrocarburos no quemados. La cuantía del beneficio dependerá de la tecnología de control de emisiones del motor, de la edad del motor, del porcentaje de biodiésel en la mezcla y de cómo se utilice el vehículo.  El biodiésel también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida. Esto se debe a que el dióxido de carbono liberado durante la combustión se compensa con el dióxido de carbono secuestrado durante el cultivo de las materias primas que se utilizan para producir el combustible. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es un componente importante de los biocarburantes avanzados según la Renewable Fuel Standard.

Estudios recientes han demostrado que el uso de biodiésel y gasóleo renovable en lugar de combustibles derivados del petróleo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 70% de media.  El uso de biodiésel en lugar de gasóleo derivado del petróleo reduce las emisiones de hidrocarburos en un 67%.

Los beneficios de la reducción de emisiones también se han visto reflejados en el ahorro de costes monetarios debido a los costes sanitarios asociados, las estancias hospitalarias, la pérdida de trabajo y la capacidad de obtener ingresos durante toda la vida.