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Leer másFederación Nacional de Biocombustibles
CO2 34,0M Ton
MP 8,1K Ton
Etanol $15.994
Biodiesel $19.836
El biodiésel ha emergido como un biocombustible clave en la transición hacia energías más limpias, jugando un papel crucial en la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental. Este biocombustible renovable, producido localmente, no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que también contribuye significativamente a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
En el ámbito de la salud pública, el uso de biodiésel en vehículos mejora la calidad del aire y fortalece la seguridad del transporte, convirtiéndose en un aliado estratégico en momentos críticos. Según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), el biodiésel puede reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en hasta un 78% en comparación con el diésel de petróleo, lo que equivale a una reducción de aproximadamente 83% en las emisiones de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida.
Además, el biodiésel mejora la lubricidad y el rendimiento de los motores diésel, lo que reduce el desgaste y extiende la vida útil de los vehículos. Se estima que los motores que utilizan biodiésel pueden tener una vida útil hasta 50% más larga que los que funcionan con diésel convencional, lo que representa un ahorro significativo en costos de mantenimiento.
El biodiésel también se destaca por su menor riesgo ambiental en caso de derrames. Su punto de inflamación es superior a 130 °, en comparación con los 52 °C del diésel convencional, lo que lo hace más seguro de manipular y almacenar. Un estudio realizado por el Departamento de Energía de EE.UU. indica que el biodiésel tiene un impacto ambiental mucho menor; en caso de derrame, se descompone más rápidamente en el medio ambiente y causa menos daño a los ecosistemas.
Además, el uso de biodiésel está alineado con los compromisos climáticos globales. Colombia, por ejemplo, se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 51% para 2030, según su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) bajo el Acuerdo de París. El biodiésel juega un papel clave en esta estrategia, siendo esencial para cumplir con estas metas.
El biodiésel se posiciona como un recurso estratégico que no solo potencia la sostenibilidad energética, sino que también mejora la salud pública y la seguridad ambiental, facilitando la transición hacia un futuro más limpio y resiliente. Al considerar su capacidad para reducir emisiones y su impacto positivo en la durabilidad de los motores, el biodiésel se convierte en una opción indispensable en la lucha contra el cambio climático y la promoción de un transporte más sostenible.
Fuentes consultadas.
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